Muere
un niño durante un vuelo impresionado por la tormenta
que sorprendió al avión
El
fallecido, X.Y.Z., de X años de edad, regresaba con su padre a su
ciudad, Z, cuando el avión se vio envuelto en una formidable
borrasca y cundía el pánico entre los pasajeros.
Eran las XX:00 de la noche y X dormía plácidamente. Varios testigos cuentan a Esta Casa que el pequeño se despertó de forma repentina pidiendo auxilio a su padre. Incluso asegura A, pasajero que viajaba justo detrás de ambos, que el pequeño percibió la tormenta antes que ninguna otra persona. “Se sobresaltó y decía que oía truenos. Yo creía que eran cosas suyas. Me quedé de piedra cuando minutos después sentí la tormenta yo también”. B, que estaba sentada delante, dice que X rezaba y repetía sin cesar “¡Papá, que me llevan!”
Nada
hacía prever la tragedia cuando el vuelo ABC000, tripulado por la
compañía W, partía a las YY:00 de la ciudad de Y. Era
una tarde
de cielo despejado y todas las condiciones meteorológicas se
preveían favorables. Sin
embargo, pronto estalló una tormenta y la aeronave fue sacudida por
unas turbulencias fuera de lo común. Muchos de los pasajeros estaban
aterrorizados, pero, aun así, son varios los que observaron que el
padre abrazaba a su retoño con demasiada fuerza y coinciden en que
llegaron a alarmarse por ello.
En
cierto momento, se hizo patente que el menor había perdido la vida
por lo que −cabría pensar− era una parada cardio-respiratoria.
“Nunca olvidaré esas tres horas de pesadilla desde que constatamos
que la criatura se había ido hasta que aterrizó el avión”, nos
cuenta C, joven pasajera vecina de Z. La Dra. D, jefa del
Departamento de Cardiología del Hospital Mayor de Z declara al
respecto: «No se conoce ningún caso en el mundo de personas que
hayan fallecido por un ataque de pánico a edad tan temprana». Una
posible causa a la que apuntan fuentes expertas es que el padre
asfixiara a su hijo.
W
nos informa de que en la cabina se experimentó una bajada de
tensión, pero no nos ha sido posible conocer ningún otro dato
técnico ni saber si algún error humano contribuyó a que los
efectos del fenómeno meteorológico se hicieran sentir con especial
vigor.
La
Fiscalía ha abierto una investigación. A la espera de que se
realice la autopsia, no hemos despejado ninguna de las incógnitas
sobre la conducta del hijo ni la del padre. No nos ha sido posible
hablar con este último, por encontrarse detenido, aunque sí hemos
obtenido las declaraciones de un portavoz de la familia. Al parecer,
X sénior y X júnior volvían de una excursión que realizaron a Y y
se dirigían entusiasmados a Z para celebrar al día siguiente el
cumpleaños de su pareja y madre.
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